La Montaña Rusa

Estaba todo muy bien para ser realidad, después de la última quimio habíamos tenido una muy buena semana con Tatiana, parecía que todo estaba volviendo a la normalidad, inclusive había podido salir al Supermercado, Mall y a tomar onces donde su hermana, pero todo no podía ser tan maravilloso, comenzando la segunda semana, más precisamente el día lunes cuando volví de la oficina, la encuentro recostada en nuestra cama con guatero incluido, al besarla detecte que estaba muy acalorada, así que le tomé la temperatura y resultó que tenía 39,2 grados.

De inmediato llamamos a la clínica para pedir instrucciones, nos llamó el doctor Burotto al cual le conté todos los síntomas de Tatiana, el doctor nos dijo que se iba a comunicar con el doctor Alvarez y que nos llamaría para dar las instrucciones, en todo caso, nos dijo de continuar con la fiebre alta, o se presente cualquier otra complicación (no presentaba ningún otro síntoma, sólo fiebre alta), deberíamos llevarla de inmediato a un servicio de urgencia. Tatiana por supuesto, dijo que ni amarrada la llevaban a un servicio de urgencia, si no que prefería viajar de inmediato a Santiago, para internarse en la clínica.

Pasaron más de 2 horas y no recibíamos el llamado del doctor, mientras tanto desabrigamos a Tatiana y le aplicamos unos paños con hielo, para tratar de bajar la temperatura, siendo como las 23:00 horas, llamé nuevamente a la clínica para preguntar por el doctor. Conversé con la enfermera de turno y nos informó que el doctor Alvarez estaba en una emergencia, así que nos comunicó con el doctor Burotto nuevamente, quién recetó que le diéramos parazetamol, para bajar la temperatura y que si continuaba con fiebre o presentaba cualquier otra complicación, había que llevarla de inmediato al servicio de urgencia, ya que en la clínica no habían camas disponibles. Nos dijo que lo llamáramos al día siguiente como a las 8:30 horas, para decidir como continuar.

Tatiana tomó el parazetamol y comencé a controlarle la temperatura cada una hora, como a las 2:00 del día martes, la temperatura bajo y nos pudimos quedar dormidos. El martes despertó sin temperatura (se tomó como a las 7:00 horas), llamamos al doctor Burotto y le contamos los síntomas de Tatiana. Nos dijo que la tuviera en observación y que durante la mañana conversaría con el doctor Alvarez y la infectóloga para decidir como continuar, que nos llamaría Bernardita (la enfermera para darnos las instrucciones).

Mientras transcurría la mañana, la temperatura subía paulatinamente, 37,2, 37,5, 38, 38,4, cerca del mediodía me llama la enfermera y le reporto el cuadro febril, me informa que está haciendo todo lo posible por conseguir pieza (lo más probable era que iba a tener para el día siguiente) y que si sigue la temperatura o se presenta cualquier complicación debía llevarla de inmediato a Urgencia. Nos indica que le demos 2 parazetamol de 500 mg y que continuemos controlando cada una hora la temperatura. Ese día fué como una montaña rusa, la temperatura bajó después del parazetamol, pero al final del día comenzó a subir nuevamente, como a las 19:30, cuando la temperatura estaba sobrepasando nuevamente los 38 grados, le receté por mi cuenta dos parazetamol de 500 mg nuevamente, entretanto la enfermera me había confirmado que tenía habitación para el día siguiente y que me avisarían como al mediodía para viajar.

El miércoles despertó Tatiana con un poco de fiebre, me fui a la oficina para hacer lo más urgente, ya que al mediodía debíamos viajar. Viajamos al mediodía, nos dieron una habitación en el piso 5, la revisó minuciosamente la doctora Elvira Balcells (infectóloga), no detectando nada anormal y nos comunicó que le realizaría una serie de exámenes.

Desde el miércoles a el viernes en la tarde, continuó la fiebre en distintos grados y la serie de exámenes, al final del día le tomaron un scaner al pulmón, finalmente a partir de ayer en la tarde comenzó la fiebre a ceder y hoy sábado ya amaneció sin fiebre, !!!!!!por fin¡¡¡¡¡, se encuentra bien, con ánimo y muy buena moza, por la tanto, ya estamos comenzando a subir está complicada montaña.

Vino el doctor Alvarez a verla, la encontró muy bien y nos dijo que después de dos días sin fiebre (hoy día sería el primero), deberíamos comenzar con la quimio, es decir, el lunes. Dios quiera que sea así, ya que Tatiana se preocupa cuando se retrasa la aplicación de la droga.

Bueno, por lo menos estamos subiendo y ojalá podamos estar en la parte alta de la montaña por un buen tiempo, por mientras estoy contento y esperanzado, ya que hemos ganado otra batalla a ésta maldita enfermedad, doy gracias a Dios que tengo un día más a mi querida Tatiana bien y contenta compartiendo conmigo y con nuestra familia.

Toto